Etapa No. 1
Capacitación y preparación.
Se seleccionarán entre 12 y 15 niños a participar en el taller (curso).
Esa es nuestra experiencia en la práctica, pero quizás en otros lugares con niños con características diferentes se pueda variar el número de participantes. El ideal es que no sean pocos por las dinámicas grupales y no sean muchos para al atención personalizada.
Requisitos: que sepan leer, pero que no tengan hábito lector y que se inscriban de forma voluntaria. No importa si por el número de participantes haya que mezclar los terceros básicos con los séptimos, etcétera, ya que estarán nivelados por su rechazo a la lectura. Aunque pueden organizarse varios talleres (cursos) a la vez.
Las sesiones se realizarán en otros lugares distintos a las salas de clases o espacios hogareños, pero ojalá en el mismo centro educacional o entorno habitacional.
Los docentes y bibliotecarios, si es un centro educacional, o encargados sociales si es en un barrio, etc., participarán en una charla para explicarles el Método y sensibilizarlos. También el equipo de aplicación del Método impartirá otra charla a los padres y demás familiares de los niños que se inscriban, porque es necesario conseguir su apoyo, compromiso y su participación activa en las actividades que los niños realizarán en sus casas. Por supuesto, se les explicará la importancia del humor aplicado a la familia, a la convivencia, a la formación de los niños, a las relaciones personales, a la lectura, etcétera.
Etapa No. 2
Número de sesiones.
Un miembro del equipo fungirá como facilitador(a) y trabajará directamente con los niños en sesiones de una hora treinta minutos (dos horas académicas) cada una. El número de sesiones es de veinte, incluyendo la Gala Final con entrega de diplomas, etc.
Mediciones.
Se le aplicará a cada niño participante un test para conocer sus expectativas ante lo que van a vivir, pero también conocer el grado de estimulación y desarrollo de su sentido del humor y su humor como estado de ánimo permanente, ciertos rasgos de su personalidad, real nivel escolar y nivel de lectura, más entorno familiar y escolar.
En cada sesión se anotarán en una bitácora todos los incidentes relevantes, las observaciones de el o la facilitador(a) del taller (curso), sugerencias, etc. y una breve evaluación al final de cada sesión. Ahí se archivará todo lo resaltable que dice y hace el niño en cada sesión, más sus creaciones productos de los ejercicios y tareas para la casa, etcétera; con el objetivo de ver claramente su evolución al final.
A cada niño también se le grabará en video una entrevista antes de comenzar el taller (curso) y al final también, para que quede registrado su nivel de lectura, de expresión, y sus opiniones sobre el libro, el humor, etc.
De igual modo se grabarán entrevistas a familiares y profesores, donde evaluarán al niño. También una antes y otra al finalizar el Taller.
Actividades balanceadas en cada sesión:
Lecturas en voz alta
No es lo mismo que el adulto haga lecturas correctas, pero planas y aburridas, que lecturas estimulantes, entretenidas, que animen a leer. Unas sin teatralizar, sólo con la entonación, los silencios, etc. Y otras lecturas más histriónicas, aunque también con el libro en la mano. Por lo tanto, garantizamos placer humorístico por la historia del libro en sí mismo y además por la forma graciosa de leerlo. Y si la sabiduría popular dice que: “el cuento es la conversación más larga que se puede mantener con un niño”, pues compartamos la lectura con ellos, pero de la manera más placentera posible. Por último, hacer que ellos lean en voz alta hasta mejorarlos en esa habilidad también. Es importante que experimenten que leyendo bien en voz alta hacen reír a sus pares.
Lecturas silenciosas
Aprovechar el estímulo para que los niños lean, con la expectativa de que siempre habrá más placer. Tendrán el compromiso de leer -como todos sus compañeros y ante el o la facilitador(a) del taller (curso)-, para no quedarse atrás en los próximos juegos, en las venideras risas. Y con ello comienza, de a poco, el proceso del hábito.
Comprobaciones de lecturas
Sabemos que hay una diferencia entre leer y entender lo que se leyó. En nuestra cotidiana labor hemos aprendido que a través del juego y sobre todo del humor es más fácil que los niños entiendan y asimilen los contenidos, y de la misma manera es más fácil aún comprobar si los comprendieron correctamente. Para ellos aplicamos ejercicios lúdicos y humorísticos para desarrollarles la comprensión lectora.
Juegos
Sabemos también que a esas edades el juego sigue siendo prioridad en ellos. ¿Por qué no buscar entonces juegos relacionados con las temáticas de los libros, las historias, con la lectura y al mismo tiempo que sean juegos relacionados con el humor? ¿Por qué no hacerlos partícipes de esos momentos de disfrute que produce lo lúdico y la risa para que de sólo pensar en un libro enseguida lo asocien a diversión y placer?
Ilustraciones
Se leerán chistes y breves cuentos para que los niños plasmen en papel cómo se imaginan las escenas, los personajes, etc. Se les darán indicaciones para mejorar esa habilidad y se analizarán sus trabajos en relación con las ilustraciones creadas de forma profesional en todos los libros del taller (curso).
Regalo de libros
No hay nada mejor para provocar una lectura segura, que regalarles libros a cada uno de los niños sin hábito lector. Siempre, en la casi totalidad de las actividades –buenas o no, efectivas o no-, sobre animación lectora, presentaciones de libros, charlas de autores, etcétera, al final se acercan los niños pidiendo de regalo el libro en cuestión y ante la negativa, se retiran frustrados y aún más escépticos en el tema, por la imposibilidad de poseerlos. Algo que va en contra del valor agregado que supone la acción de coleccionar algo importante, la valorización del libro-objeto en sus manos y de su propiedad, la autoestima por poseer algo que se merece y la materialización de las letanías de los adultos diciéndoles de la importancia del libro y la lectura, y al final, por problemas económicos u otros no le llega físicamente a sus manos, para mostrarlo orgulloso a su entorno, como el tesoro que es. Y obvio, hacerles ver que esos libros suyos no son un peso muerto en un estante, porque se les enseñará a que con ellos compartan los chistes y las historias con sus familiares y amigos. Por último, es importante demostrarles a muchos niños que merecen poseer un libro de calidad y no el ilegal de pésima calidad o el indignante libro fotocopiado que a veces llegan a sus manos. Pero es cierto que no se puede regalar un libro de calidad así como así, como caído del cielo. Se podría obtener un efecto contrario. Por ello, desde la primera sesión al niño se le dará el libro en préstamo y cuando termine con todas las actividades relacionadas con él, tanto en el taller (curso) como en la casa, y sólo si se nota que el niño se ha esforzado y ha cuidado el libro, entonces como premio y estímulo, se les entregará el libro. Ideal sería que el autor se presentará ante ellos y les dedicará el libro personalmente. Esto sucedería en las tres entregas de libros a lo largo del taller (curso). (En nuestro caso vivimos la efectividad de este punto al ver las visitas del autor del Método).
Reflexiones y debates
Lograr momentos de conversaciones distendidas para estimularlos a reflexionar y a que expongan sus opiniones, sobre temas como: el humor en la convivencia social, lo dañino de las burlas despiadadas, las bromas, las exageraciones y parodias; o cómo crear un chiste, o la importancia de reírnos de nosotros mismos, o el ridículo, las formas humorísticas, los distintos tipos de risas, de humor, etcétera, además del análisis de los contenidos de los libros que leen y de la misma necesidad de leer. Todo sin caer en densidades y en momentos aburridos.
Escritura humorística
Aplicarles ejercicios, tanto en la clase como en la casa, para incentivarlos a la creación literaria y humorística. También, instaurar pequeñas fábricas y laboratorios de juegos de palabras y chistes, para que descubran el placer por ellos mismos, mientras les desarrollamos el lenguaje y el sentido del humor, y para acercarlos más al libro, a tenerlo en sus manos y al hábito de la lectura, por supuesto. Sin contar los momentos creativos de complicidad y unión que se formarán en el ambiente hogareño con las risas y el juego.
Teatralizaciones
Se llevará un libreto extraído de uno de los libros y se les montará a los niños del taller (curso), así como otras piezas que podrán crear y montar ellos mismos, con la ayuda de sus familiares. Esto como otra herramienta de estimulación lectora, debido al placer que produce el reconocimiento a un esfuerzo y el aplauso del resto.
Tareas para la casa
Lecturas entre una sesión y otra que harán en familia. Además, tendrán que recopilar chistes infantiles en los mismos formatos que aparecen en el libro, ayudados por todos en sus casas. Creación de chistes en coautoría con la familia. Creación de historias breves con esos chistes. Creación de nuevos finales en las historias señaladas. Además, se dividirá el taller (curso) en grupos y cada uno de ellos traerá actuado el fragmento más cómico que decidan, en un montaje hecho también por ellos, ayudados por las familias. Y traerán otra historia escenificada de tema libre (ojalá sobre su vida personal y su entorno). Todas las tareas se revisarán, provocando análisis y debates sobre las mismas.
Festival Risalectura
Frente a todos los invitados, ojalá profesores y familiares, y mejor si es el resto del universo escolar del centro educacional, o de los vecinos del barrio, los niños desarrollarán un Festival Risalectura no competitivo, para mostrar sus avances y logros. El Festival consiste en que cada uno de ellos lea uno o más textos (chistes, cuentos, poemas, comentarios, cartas, etc.), escritos por ellos mismos. y con intenciones de hacer reír.
Etapa No. 3.- Cierre.
Mediciones finales y evaluación.
A los niños participantes se les aplicará un test de cierre del Método, con los mismos parámetros a medir como al inicio, para comprobar posibles logros en los objetivos.
El equipo realizará un análisis de todo lo que ha sucedido en las sesiones (bitácora), en sus casas, cómo han evolucionado los niños, la comparación con lo videos de inicio y final, etc., más opiniones y debates entre todos los participantes.
Seguimiento.
Si el grupo necesita más sesiones de trabajo fuera de las determinadas del taller (curso), alguien designado, quedaría en estrecho contacto con el o la facilitador(a), para posibles ayudas y asesorías.
Por supuesto, también se le dejarían por escrito y bien explicadas, un listado de nuevas actividades para que esa persona designada las aplique.
El seguimiento del Método termina cuando se note un sustancial avance en el niño. Como cualquier método o programa, será un éxito si aunque sea un niño adquiera el hábito lector. Pero somos mucho más optimistas, debido a la experiencia que tenemos con el humor como motor impulsor de la motivación lectora.
El equipo quedará en estrecho contacto con el responsable del taller (curso), por cualquier duda y también se visitará ocasionalmente esas futuras sesiones de trabajo, amén de mantener siempre la asesoría por teléfono o por correos electrónicos.
Otras de las actividades enmarcadas en el seguimiento que se le hará al grupo de niños, una vez finalizado el taller (curso), es la creación del Club “Leo-río” –de forma voluntaria-, con los niños dispuestos a reunirse con cierta frecuencia, con el objetivo de leer nuevos libros. Nos referimos al quinto libro regalado, los cuales serán de títulos distintos. Libros que se intercambiarán en el día que decidan reunirse y donde analizarán contenidos, jugarán y realizarán otras actividades como una muy especial: en la medida que lo permitan los recursos, los integrantes del Club serán trasladados a lugares donde se produzca estrés, como atochamientos de autos, largas filas para gestionar algo, o a pacientes en hospitales, etcétera, llevando sus libros para leerles a la gente y hacerlos reír y así ayudarlos con sus emociones negativas. También se tratará de conseguir otros beneficios para los miembros del Club, como entradas de teatro humorístico, libros, revistas, traerles otros autores, o payasos, comediantes, etc.
Consiguiendo recursos mínimos se pueden mantener estos Clubes por mucho tiempo. El Club “Leo-río” se puede convertir en la mejor manera de continuar el trabajo iniciado con el taller (curso) y de finalizar con éxito los objetivos de este Método.
Humor Sapiens, y en especial el creador del Método, se ofrece para capacitar a todo equipo o persona que desee aplicarlo en cualquier lugar y compartir las experiencias que tenemos al realizarlo, los detalles de tipos de libros, de juegos, actividades, etc.