Gracias por Leer - Programa para motivar a leer

Gracias por leer · Método para motivar a leer a través del humor

Un conjunto de actividades de animación lectora a través del humor, dirigida a niños, aplicadas en forma de taller (curso), más charlas de capacitación para profesores y familiares respectivamente, con la intención de que apoyen el Método, además de las actividades de mediciones y seguimiento. 

  1. Conquistar nuevos lectores a través del humor.
  2. Desarrollarles el sentido del humor a los niños participantes.
  3. Capacitar a los profesores en mejorar su Calidad de Vida, en aplicar la Pedagogía del humor y por ende en facilitar la Motivación Lectora a través del humor.
  4. Capacitar a los familiares y adultos involucrados en la educación de esos niños, en mejorar la convivencia en familia y en sensibilizarlos para que apoyen la motivación lectora.

No hay posibilidades de saber, sin saber leer. Hay gobiernos, entidades y personas que se lanzan a pelear contra el analfabetismo, sin entender que la ausencia de hábito lector es otro enemigo tan peligroso como aquel. Cada niño que no aprende a disfrutar con la lectura tarde o temprano se acercará al analfabetismo funcional. En este contexto, "Gracias por leer" parte de la convicción de que la lectura y la escritura son habilidades fundamentales para desarrollar el pensamiento, la imaginación y la creatividad. Con este Método, simplemente se intenta que los niños se apasionen y sientan placer con los libros a través del humor. Creemos que la lectura hace individuos más fuertes, más capaces de enfrentarse al mundo, más felices y más libres.

Tratar de crearle hábito lector a un niño no es una tarea fácil. Ningún método o programa conocido ha demostrado lo contrario, porque no se trata de fórmulas matemáticas o recetas mágicas. Conseguir el hábito lector es una tarea lenta, lográndose poco a poco y por contagio. La finalidad es desarrollar el gusto por la lectura, no hacer por hacer. Es necesario seducir y una de las mejores armas para seducir –en cualquier campo humano- es el humor. Los proyectos de motivación a la lectura tienen por objetivo posibilitar el salto desde el saber leer, hacia el querer leer, de modo gratuito y libre. Existen muchas estrategias, muchos intentos, muchas prácticas. Todo es válido. Gracias por leer también lo es, con la particularidad de que se apoya en el humor, algo que sabemos que es atractivo, “tiene demanda”, “sube el rating”, debido al placer que provoca la risa. Basados en nuestra experiencia, la especial herramienta que se utiliza en este programa, el humor, ha dado y sigue dando magníficos resultados, por lo que se podría asegurar un alto grado de efectividad.

El humor nos permite desacralizar todo lo que se necesite “bajar del pedestal”, desdramatizar la experiencia, defendernos de la mala autoridad, vencer los miedos, darnos fortaleza al ver las incapacidades de los demás y reírnos de nosotros mismos. El humor es una forma de enfrentarse al mundo con un distanciamiento ingenioso, con un estado de ánimo positivo y especial para afrontar y soportar situaciones adversas. Como señala la especialista Jacqueline Held, esa toma de distancia que es el humor ayuda a juzgar en vez de padecer, observar con perspectiva nuestros problemas constituye una actitud activa opuesta a la resignación. Además del placer que provoca, utilizar el humor, es imprescindible para trabajar el lenguaje. Usar el humor es saber mirar algo desde dos o más puntos de vistas. Nos ayuda a ser críticos, lúcidos sin dejar de estar alegres. Desarrollar el sentido del humor en los niños, es desarrollarles la creatividad, la inteligencia, la sensibilidad, el sentido crítico, el sentido común. Es hacerlos crecer espiritualmente. Es hacerlos mejores. Y asegurándonos que lo hagan en un medio alegre, sano, festivo, atractivo y placentero. El sentido del humor, como el sentido estético e incluso el sentido común, se educa a través de juegos de palabras, adivinanzas, disparates, canciones, onomatopeyas, utilizando la fantasía y manejando siempre el lenguaje. En clase, el desarrollar un sano sentido del humor tendría que ser más importante y curricular que la casi totalidad de los objetivos pedagógicos. Ojo: percibir el humor que nos rodea, expresarse y afrontar contrariedades con humor, aprender ciertas técnicas de creación de humor y divertirse, son objetivos a los que los libros infantiles deben colaborar.

Además, la importancia del humor en la vida del cuerpo, la mente y el espíritu ha sido señalada en distintas épocas por grandes pensadores y maestros, pero sólo en los últimos años se ha producido una especie de descubrimiento explosivo del humor como factor de plenitud vital. Este descubrimiento se está manifestando en numerosos estudios, investigaciones, experimentos y aplicaciones muy diversas que van fundamentando científicamente las intuiciones de otras épocas y mostrando, en muchos casos, resultados palpables. Lo mismo en el campo de la salud, la comunicación humana, la educación y en toda la vida laboral. Se han obtenido ya datos concretos que demuestran que la risa y los estados de ánimos provocados por el humor tienen efectos beneficiosos sobre el organismo. En general, la acción beneficiosa de la risa, en el plano fisiológico, afecta diversos sistemas orgánicos-inmunológicos, cardiovascular, muscular, endocrino, nervioso y respiratorio, y hay motivos para suponer que su impacto positivo sobre el organismo humano es total. Los beneficios en cuanto a salud, el combate al estrés, la pedagogía, la mejora en las relaciones interpersonales, las aplicaciones del humor a la vida en general, son también focos importantes de atención de este programa. En fin, el desarrollo personal y el enriquecimiento de la calidad de vida logrado a través del humor también es un objetivo de Gracias por leer.

La educación básica casi nunca forma niños con hábitos lectores. Lamentablemente, es una realidad. Y en la casa y en el barrio tenemos la fuerte competencia del mundo electrónico, los bombardeos de imágenes de dudoso gusto, o niños entregados al mal ocio, la indiferencia y a las actividades pro delictivas, etcétera. Actividades donde el niño encuentra placer. Por ello hay que hacer mucho esfuerzo para atraerlos a la lectura. No luchando contra esas actividades señaladas, sino primero compartiendo con ellas, brindándole otro placer con las lecturas. No obligando, no presionado, no censurando. Claro, no es fácil. Resulta que un niño es un lector muy diferente al adulto. Un adulto muchas veces se lee obras que no le gustan, que encuentra pesadas, pero hace el esfuerzo. El niño no. Y lo peor, los adultos les ofrecen a los niños sin hábito lector, libros aburridos que les frustran los deseos de leer. Aunque hay que decir que también les ofrecen buena literatura, pero mal seleccionada para el nulo nivel lector, su edad, etcétera. Muchos de los libros que hoy se catalogan como clásicos de la literatura infantil y juvenil, en su origen no fueron concebidos como libros para niños, sino para adultos. ¿Qué ocurre? Que son demasiado densos para el público infantil sin hábito lector y principalmente para el niño de hoy, que es más inquieto, más activo, y además, está muy acostumbrado al lenguaje visual que es muy rápido. Insistimos, hablamos de niños de siete u ocho años a trece, sin hábito lector, que hay que atraer y convencerlos de que leer es trascendental en sus vidas. Pero, ¿cómo competir y salir airosos? Ofreciendo placer. Y el humor es la clave. Nuestra experiencia y la de otros colegas así lo avalan.

A niños que sepan leer fundamentalmente. No nos gusta encasillar mucho, porque en la realidad, hay niños de cualquier edad que no leen libros, e incluso que apenas saben leer en general. Y otra condición indispensable es que asistan de forma voluntaria.

Pero no sólo porque los niños saben leer, sino además porque después de los seis o siete años se puede comenzar a trabajar mejor con ellos el humor más complejo y elaborado. Con los jóvenes es mucho más ardua y difícil la tarea porque se agregan otras razones y el Método no está diseñado para ellos.

Con el afianzamiento de la lectura a partir de los siete u ocho años, el niño domina en mayor medida los recursos lingüísticos que sustentan el humor. Si los fonéticos son los que primero producen regocijo, casi desde que se aprende a hablar (onomatopeyas, repeticiones, concatenaciones), en la edad que señalamos es cuando comienzan a disfrutar de irreverencias y situaciones absurdas. Y se pueden adentrar en los morfosintácticos, muy explotados por el nonsense (derivaciones, composiciones, acrónimos y otros) y los semánticos (antítesis, hipérboles, metonimias, metáforas, entre otros), los de más difícil elaboración y comprensión. Pueden aventurarse sin problemas en la creación de un simple retruécano, o calambur, paronomasia, oxímoron, o simples palíndromos, anagramas, etcétera. Todo en clave de humor, por supuesto. Los libros de humor que manejan esto pueden ayudar a crear más fácilmente el hábito lector, a causa del placer. El placer creativo, el estético y el placer humorístico son muy parecidos al placer lúdico, porque el arte y el humor es puro juego, ¿no es cierto?

Consiste en trabajar con los alumnos de centros educacionales, o niños de barrios marginales, campamentos, o hijos de trabajadores de un empresa, u otros planes, y desarrollar sesiones de lecturas en voz alta, lecturas silenciosas, comprobaciones de lecturas, juegos, narraciones de cuentos, momentos de reflexión y debate sobre conceptos afines, regalos de libros dedicados por el autor para hacer que vean esos libros como un objeto de valor especial. También estimularlos a crear con ejercicios diseñados para tal efecto en la creación literaria, en el dibujo, y hasta en las matemáticas, siempre relacionado todo con el humor, obviamente. Esto se desarrollará tanto en las sesiones del taller (curso) como en la casa, con la ayuda de sus familiares. Ir desde libros de humor (chistes), pasando por libros de relatos breves y chistosos, hasta llegar a la literatura humorística. También se sensibilizará a los familiares de los niños con el programa. Y si se aplica éste dentro del centro educacional del niño, hay que intentar comprometer en este trabajo a los profesores y bibliotecarios. Se trata de involucrar en esta labor a los seres queridos de los niños y todo su entorno, porque está comprobado que el humor es un elemento fundamental para mejorar las relaciones humanas, la convivencia familiar, los estados de ánimos, la salud psicosomática, el control de las emociones; en fin, la calidad de vida, que prepara el mejor terreno para la motivación lectora a través del placer, del humor.

Se comienza con un libro sólo de chistes breves, sacados del folklore oral infantil (en nuestro caso también de la creación del autor de este Método). Se pasa a un segundo libro que contiene breves historias con muchos chistes formando parte de la narración. El tercer libro ya es de literatura, pero abiertamente humorística. El cuarto libro es de literatura humorística, pero sin chistes. El quinto libro se les entrega al final del taller (curso) con el objetivo de que con él realicen en casa, de tarea, las actividades aprendidas y que chequearemos en el seguimiento. Este último paso tiene la característica de que no es un solo título, si no varios, para que después lo intercambien, lo que también se controlará en el seguimiento.

En fin, un recorrido que va del simple, pero demandado libro de chistes infantiles, hasta una historia cómica y más extensa de carácter literario. Una graduación cualitativa de la risa y cuantitativa de lectura.

Los títulos específicos se seleccionan con los datos del nivel escolar y de lectura de los niños a participar. Hablamos de niños sin hábito lector y hablamos de libros con efectividad ya probada. Porque si ofrecemos libros totalmente contrarios a las características y preferencias de cada niño o material de escasa calidad humorística y literaria, los destinatarios rechazarán las lecturas. Por eso consideramos tan importante la selección adecuada de los libros de humor. Siempre teniendo en cuenta que los libros para niños deben ser tan excepcionales como los de los adultos. Los libros para niños no son inferiores. De hecho, en nuestra experiencia hemos comprobado que los adultos disfrutan de igual manera con esos libros, lo cual por sí solo es una excelente herramienta más de motivación lectora. (Por supuesto, otra razón por la que en nuestro caso escogimos los libros del creador del Método es por el obvio dominio del autor con su obra y lo probado que están sus libros en Chile y en varios países de Latinoamérica).

La tradición oral es parte de la historia de un pueblo. Denominamos literatura de tradición oral a la palabra como vehículo de emociones, motivos, temas en estructuras y formas. Está en nosotros, en la familia y en la escuela la responsabilidad de valorar y recuperar las tradiciones orales. Chistes como los colmos, cómo se llama la obra, ayer pasé por tu casa, qué le dijo, además de las adivinanzas, trabalenguas y un largo etcétera. Hay que saber escuchar, premiar con sonrisas, asociar ideas, descubrir significados ocultos, guardar y sacar palabras de los cofres secretos de las mentes infantiles. El humor que caracteriza a este tipo de literatura, sobre todo en sus variantes más recientes, es una forma altamente eficaz de relacionarse con el lenguaje y la realidad. Hay un tipo de literatura oral que circula entre los niños, sin pedirles permiso a los adultos, en sus juegos y en la relación entre ellos. Esa es la que debemos rescatar.

Porque divierten, obvio, porque causan placer. El humor está muy ligado al juego. Para que surja lo cómico la persona tiene que poder jugar con las cosas y disponerlas de distinta manera. El humor, al igual que el juego, se desarrolla en la imaginación. El juego es una manera de entender y manejar el mundo, los chistes son una manera de entender mejor el mundo y de manejar las reglas de este mundo y las reglas del lenguaje. Porque para que haya risa tiene que haber un conocimiento mínimo de contexto, de reglas de comportamiento y de lenguaje. Es posible reírse cuando algo se trastoca, se ve de otro punto de vista. Cuando los niños se ríen de un chiste, es porque están comprendiendo el mundo y lo logran porque el humor les muestra el mundo desde otro ángulo y ríen.

Un chiste encierra una poderosa unidad de sentido, y es por eso que cuando el niño se ríe, se ríe además del placer que le produce darse cuenta que está entendiendo, que comprende, que domina algo. No olvidemos también que el chiste se logra con la mayor economía de palabra y brevedad de tiempo, elementos bien atractivos para el niño.

Etapa No. 1

Capacitación y preparación.

Se seleccionarán entre 12 y 15 niños a participar en el taller (curso).

Esa es nuestra experiencia en la práctica, pero quizás en otros lugares con niños con características diferentes se pueda variar el número de participantes. El ideal es que no sean pocos por las dinámicas grupales y no sean muchos para al atención personalizada.

Requisitos: que sepan leer, pero que no tengan hábito lector y que se inscriban de forma voluntaria. No importa si por el número de participantes haya que mezclar los terceros básicos con los séptimos, etcétera, ya que estarán nivelados por su rechazo a la lectura. Aunque pueden organizarse varios talleres (cursos) a la vez.

Las sesiones se realizarán en otros lugares distintos a las salas de clases o espacios hogareños, pero ojalá en el mismo centro educacional o entorno habitacional.

Los docentes y bibliotecarios, si es un centro educacional, o encargados sociales si es en un barrio, etc., participarán en una charla para explicarles el Método y sensibilizarlos. También el equipo de aplicación del Método impartirá otra charla a los padres y demás familiares de los niños que se inscriban, porque es necesario conseguir su apoyo, compromiso y su participación activa en las actividades que los niños realizarán en sus casas. Por supuesto, se les explicará la importancia del humor aplicado a la familia, a la convivencia, a la formación de los niños, a las relaciones personales, a la lectura, etcétera.

 

Etapa No. 2

Número de sesiones.

Un miembro del equipo fungirá como facilitador(a) y trabajará directamente con los niños en sesiones de una hora treinta minutos (dos horas académicas) cada una. El número de sesiones es de veinte, incluyendo la Gala Final con entrega de diplomas, etc.

 

Mediciones.

Se le aplicará a cada niño participante un test para conocer sus expectativas ante lo que van a vivir, pero también conocer el grado de estimulación y desarrollo de su sentido del humor y su humor como estado de ánimo permanente, ciertos rasgos de su personalidad, real nivel escolar y nivel de lectura, más entorno familiar y escolar.

En cada sesión se anotarán en una bitácora todos los incidentes relevantes, las observaciones de el o la facilitador(a) del taller (curso), sugerencias, etc. y una breve evaluación al final de cada sesión. Ahí se archivará todo lo resaltable que dice y hace el niño en cada sesión, más sus creaciones productos de los ejercicios y tareas para la casa, etcétera; con el objetivo de ver claramente su evolución al final.

A cada niño también se le grabará en video una entrevista antes de comenzar el taller (curso) y al final también, para que quede registrado su nivel de lectura, de expresión, y sus opiniones sobre el libro, el humor, etc.

De igual modo se grabarán entrevistas a familiares y profesores, donde evaluarán al niño. También una antes y otra al finalizar el Taller.

 

Actividades balanceadas en cada sesión:

Lecturas en voz alta

No es lo mismo que el adulto haga lecturas correctas, pero planas y aburridas, que lecturas estimulantes, entretenidas, que animen a leer. Unas sin teatralizar, sólo con la entonación, los silencios, etc. Y otras lecturas más histriónicas, aunque también con el libro en la mano. Por lo tanto, garantizamos placer humorístico por la historia del libro en sí mismo y además por la forma graciosa de leerlo. Y si la sabiduría popular dice que: “el cuento es la conversación más larga que se puede mantener con un niño”, pues compartamos la lectura con ellos, pero de la manera más placentera posible. Por último, hacer que ellos lean en voz alta hasta mejorarlos en esa habilidad también. Es importante que experimenten que leyendo bien en voz alta hacen reír a sus pares.

 

Lecturas silenciosas

Aprovechar el estímulo para que los niños lean, con la expectativa de que siempre habrá más placer. Tendrán el compromiso de leer -como todos sus compañeros y ante el o la facilitador(a) del taller (curso)-, para no quedarse atrás en los próximos juegos, en las venideras risas. Y con ello comienza, de a poco, el proceso del hábito.

 

Comprobaciones de lecturas

Sabemos que hay una diferencia entre leer y entender lo que se leyó. En nuestra cotidiana labor hemos aprendido que a través del juego y sobre todo del humor es más fácil que los niños entiendan y asimilen los contenidos, y de la misma manera es más fácil aún comprobar si los comprendieron correctamente. Para ellos aplicamos ejercicios lúdicos y humorísticos para desarrollarles la comprensión lectora.

 

Juegos

Sabemos también que a esas edades el juego sigue siendo prioridad en ellos. ¿Por qué no buscar entonces juegos relacionados con las temáticas de los libros, las historias, con la lectura y al mismo tiempo que sean juegos relacionados con el humor? ¿Por qué no hacerlos partícipes de esos momentos de disfrute que produce lo lúdico y la risa para que de sólo pensar en un libro enseguida lo asocien a diversión y placer?

 

Ilustraciones

Se leerán chistes y breves cuentos para que los niños plasmen en papel cómo se imaginan las escenas, los personajes, etc. Se les darán indicaciones para mejorar esa habilidad y se analizarán sus trabajos en relación con las ilustraciones creadas de forma profesional en todos los libros del taller (curso).

 

Regalo de libros

No hay nada mejor para provocar una lectura segura, que regalarles libros a cada uno de los niños sin hábito lector. Siempre, en la casi totalidad de las actividades –buenas o no, efectivas o no-, sobre animación lectora, presentaciones de libros, charlas de autores, etcétera, al final se acercan los niños pidiendo de regalo el libro en cuestión y ante la negativa, se retiran frustrados y aún más escépticos en el tema, por la imposibilidad de poseerlos. Algo que va en contra del valor agregado que supone la acción de coleccionar algo importante, la valorización del libro-objeto en sus manos y de su propiedad, la autoestima por poseer algo que se merece y la materialización de las letanías de los adultos diciéndoles de la importancia del libro y la lectura, y al final, por problemas económicos u otros no le llega físicamente a sus manos, para mostrarlo orgulloso a su entorno, como el tesoro que es. Y obvio, hacerles ver que esos libros suyos no son un peso muerto en un estante, porque se les enseñará a que con ellos compartan los chistes y las historias con sus familiares y amigos. Por último, es importante demostrarles a muchos niños que merecen poseer un libro de calidad y no el ilegal de pésima calidad o el indignante libro fotocopiado que a veces llegan a sus manos. Pero es cierto que no se puede regalar un libro de calidad así como así, como caído del cielo. Se podría obtener un efecto contrario. Por ello, desde la primera sesión al niño se le dará el libro en préstamo y cuando termine con todas las actividades relacionadas con él, tanto en el taller (curso) como en la casa, y sólo si se nota que el niño se ha esforzado y ha cuidado el libro, entonces como premio y estímulo, se les entregará el libro. Ideal sería que el autor se presentará ante ellos y les dedicará el libro personalmente. Esto sucedería en las tres entregas de libros a lo largo del taller (curso). (En nuestro caso vivimos la efectividad de este punto al ver las visitas del autor del Método).

 

Reflexiones y debates

Lograr momentos de conversaciones distendidas para estimularlos a reflexionar y a que expongan sus opiniones, sobre temas como: el humor en la convivencia social, lo dañino de las burlas despiadadas, las bromas, las exageraciones y parodias; o cómo crear un chiste, o la importancia de reírnos de nosotros mismos, o el ridículo, las formas humorísticas, los distintos tipos de risas, de humor, etcétera, además del análisis de los contenidos de los libros que leen y de la misma necesidad de leer. Todo sin caer en densidades y en momentos aburridos.

 

Escritura humorística

Aplicarles ejercicios, tanto en la clase como en la casa, para incentivarlos a la creación literaria y humorística. También, instaurar pequeñas fábricas y laboratorios de juegos de palabras y chistes, para que descubran el placer por ellos mismos, mientras les desarrollamos el lenguaje y el sentido del humor, y para acercarlos más al libro, a tenerlo en sus manos y al hábito de la lectura, por supuesto. Sin contar los momentos creativos de complicidad y unión que se formarán en el ambiente hogareño con las risas y el juego.

 

Teatralizaciones

Se llevará un libreto extraído de uno de los libros y se les montará a los niños del taller (curso), así como otras piezas que podrán crear y montar ellos mismos, con la ayuda de sus familiares. Esto como otra herramienta de estimulación lectora, debido al placer que produce el reconocimiento a un esfuerzo y el aplauso del resto.

 

Tareas para la casa

Lecturas entre una sesión y otra que harán en familia. Además, tendrán que recopilar chistes infantiles en los mismos formatos que aparecen en el libro, ayudados por todos en sus casas. Creación de chistes en coautoría con la familia. Creación de historias breves con esos chistes. Creación de nuevos finales en las historias señaladas. Además, se dividirá el taller (curso) en grupos y cada uno de ellos traerá actuado el fragmento más cómico que decidan, en un montaje hecho también por ellos, ayudados por las familias. Y traerán otra historia escenificada de tema libre (ojalá sobre su vida personal y su entorno). Todas las tareas se revisarán, provocando análisis y debates sobre las mismas.

 

Festival Risalectura

Frente a todos los invitados, ojalá profesores y familiares, y mejor si es el resto del universo escolar del centro educacional, o de los vecinos del barrio, los niños desarrollarán un Festival Risalectura no competitivo, para mostrar sus avances y logros. El Festival consiste en que cada uno de ellos lea uno o más textos (chistes, cuentos, poemas, comentarios, cartas, etc.), escritos por ellos mismos. y con intenciones de hacer reír.

 

Etapa No. 3.- Cierre.

Mediciones finales y evaluación.

A los niños participantes se les aplicará un test de cierre del Método, con los mismos parámetros a medir como al inicio, para comprobar posibles logros en los objetivos.

El equipo realizará un análisis de todo lo que ha sucedido en las sesiones (bitácora), en sus casas, cómo han evolucionado los niños, la comparación con lo videos de inicio y final, etc., más opiniones y debates entre todos los participantes.

 

Seguimiento.

Si el grupo necesita más sesiones de trabajo fuera de las determinadas del taller (curso), alguien designado, quedaría en estrecho contacto con el o la facilitador(a), para posibles ayudas y asesorías.

Por supuesto, también se le dejarían por escrito y bien explicadas, un listado de nuevas actividades para que esa persona designada las aplique.

El seguimiento del Método termina cuando se note un sustancial avance en el niño. Como cualquier método o programa, será un éxito si aunque sea un niño adquiera el hábito lector. Pero somos mucho más optimistas, debido a la experiencia que tenemos con el humor como motor impulsor de la motivación lectora.

El equipo quedará en estrecho contacto con el responsable del taller (curso), por cualquier duda y también se visitará ocasionalmente esas futuras sesiones de trabajo, amén de mantener siempre la asesoría por teléfono o por correos electrónicos. 

Otras de las actividades enmarcadas en el seguimiento que se le hará al grupo de niños, una vez finalizado el taller (curso), es la creación del Club “Leo-río” –de forma voluntaria-, con los niños dispuestos a reunirse con cierta frecuencia, con el objetivo de leer nuevos libros. Nos referimos al quinto libro regalado, los cuales serán de títulos distintos. Libros que se intercambiarán en el día que decidan reunirse y donde analizarán contenidos, jugarán y realizarán otras actividades como una muy especial: en la medida que lo permitan los recursos, los integrantes del Club serán trasladados a lugares donde se produzca estrés, como atochamientos de autos, largas filas para gestionar algo, o a pacientes en hospitales, etcétera, llevando sus libros para leerles a la gente y hacerlos reír y así ayudarlos con sus emociones negativas. También se tratará de conseguir otros beneficios para los miembros del Club, como entradas de teatro humorístico, libros, revistas, traerles otros autores, o payasos, comediantes, etc.

Consiguiendo recursos mínimos se pueden mantener estos Clubes por mucho tiempo. El Club “Leo-río” se puede convertir en la mejor manera de continuar el trabajo iniciado con el taller (curso) y de finalizar con éxito los objetivos de este Método.

Humor Sapiens, y en especial el creador del Método, se ofrece para capacitar a todo equipo o persona que desee aplicarlo en cualquier lugar y compartir las experiencias que tenemos al realizarlo, los detalles de tipos de libros, de juegos, actividades, etc.

Pepe Pelayo (cubano-chileno)

Matanzas, Cuba, 1952 / Santiago de Chile, 1991. Ingeniero Civil (1979).

Ha obtenido 22 premios y distinciones nacionales y extranjeras por su obra literaria, gráfica, y escénica.

Fue fundador, guionista, comediante, director artístico y director general de la reconocida Compañía “La Seña del Humor” en Cuba.

Hace teatro, radio, TV y cine, presentándose en varios países latinoamericanos, además de E.U. y Canadá.

Le han publicado 69 libros: 47 de humor infantil, 16 de humor para jóvenes y adultos y 6 de teoría del humor, en buena parte de Hispanoamérica.

Imparte sus “Charlas Chaplin” sobre salud, crecimiento personal, mundo laboral, pedagogía y motivación a la lectura, todo a través del humor.

Es creador de fotomontajes humorísticos, colaborando en diferentes publicaciones de América y Europa y participando en exposiciones individuales en Chile, Estados Unidos y Portugal, más otras colectivas en numerosos países.

Colabora con sus obras en varias publicaciones nacionales y extranjeras.

Miembro de la Sociedad Internacional de Estudios del Humor Luso-Hispano y de La Red de Investigaciones y Estudios del Humor en Chile (RIEH). Fundador y editor del sitio web: www.humorsapiens.com

Más información en www.pepepelayo.com