Uno de los grupos que fue miembro destacado de aquel boom del humor en las años 80 fue Nos-y-Otros. Ese grupo lo dirigía Eduardo del Llano. Ahí lo conocí. Me gustaba mucho lo que escribía para teatro. Más tarde disfruté de su trabajo como guionista de películas. Después pude leer sus cuentos, etc. y me encantó aún más su forma de hacer humor. Por último, también lo disfruté en su serie de cortometrajes. Por todo lo anterior lo incluí en mi libro “Breve diccionario del humor” (Editorial Verbum. Madrid, 2019). Y también por ese mismo motivo lo invité a participar en este vis a vis.
PP: Eduardo, ¿el estilo y manera del humor que haces ahora (no me refiero a modalidad, ya que sé que haces mucho cine y literatura), es el mismo que hacías cuando te conocí en el grupo Nos-y-Otros en los años 80?
DEL LLANO: Hola, Roberto Roberto. Sí, en buena medida es el mismo. GNYO fue parte de una generación de humoristas que emergió en los años 80 proveniente de universidades cubanas; en nuestro caso, el núcleo creativo venía de la Facultad de Artes y Letras de la UH. Nuestros referentes eran Monty Python, Woody Allen, Les Luthiers, y por ahí toda la cultura universal. Había piezas blancas, pero el grueso de nuestro trabajo era de crítica social, bien que no coyuntural, sino tratando de manejar códigos universales. Hasta donde sé, hoy sigo haciendo lo mismo, aun cuando el público que aquel movimiento logró generar se atomizó y embruteció con los años.
PP: Me gustó eso de saludarme como Roberto Roberto, mi personaje de la Seña. Hace tiempo que no lo hago. Pero eso me hizo pensar que tú y yo hacíamos (y hacemos) un humor algo distinto, sin embargo, nos gustaba (y nos gusta, supongo en tu caso también) a ambos lo que hacía y hace el otro. Pensando entonces en tu humor, no creo que se pueda decir que tu humor es el que hacía Arquímides Pous, Leopoldo Fernández, Enrique Arredondo o Guillermo Álvarez Guedes, por mencionar a unos pocos de los más reconocidos en la Isla. ¿Eso significó que renunciaste un poco a la masiva popularidad en tu humor? Sin embargo, lograste popularidad con el personaje de Nicanor en el cine. ¿Cómo es ese proceso creativo en ti? ¿Te propones esos resultados antes de crear? ¿Haces esfuerzos o te brota espontáneamente lo que haces? ¿Te preocupan esos asuntos?
DEL LLANO: Como decías tú en una pieza de la Seña, escribo lo que me salga. No planifico resultados. De hecho al escribir un cuento o una novela no sé adónde irá a parar, sólo tengo una idea y tal vez un punto de partida. La historia me lleva adonde quiere. No es que renuncie a la popularidad, es que no me muero por ganarla. Hice dos largometrajes (Vinci, 2011; Omega 3, 2014) profundamente impopulares. Nicanor, como bien dices, es muy popular; mi reciente decisión de terminar su saga no lo fue.
PP: Una pregunta nada qué ver: ¿es verdad la acuñada frase: "Es más fácil hacer llorar que hacer reír?
DEL LLANO: Es cierto, es más fácil. De veras. Toma por ejemplo a los estudiantes: en cualquier aula hay un montón de chicos y chicas con problemas, pero sólo un gracioso.
PP: ¿Alguna anécdota relacionada con nuestra profesión?
DEL LLANO: En una ocasión, de viaje con NOS-Y-OTROS hacia Caibarién, compartimos ómnibus con un grupo de viejitos. Nosotros, al fondo, nos pusimos a tocar música, el Chino con una guitarra, JAPE con otra, Felipe con las claves, yo hago la percusión sobre mis rodillas. Cuando el ómnibus se detuvo por diez minutos, los viejitos bajaron todos, y yo aproveché para tomar una caja metálica que debía pertenecerles para percutir sobre ella; tocamos dos o tres canciones así, y cuando los ancianos volvieron a subir dejé la caja donde estaba. Un rato más tarde, aburridos de la música, nos pusimos a conversar con ellos, y les preguntamos qué iban a hacer en Caibarién. Todos nosotros conocimos a Longina, la mulata a quien Manuel Corona rindiera homenaje en la célebre canción. Ella acaba de morir, y su último deseo fue que sus restos fueran enterrados en su pueblo natal, así que allá los llevamos… En esa caja…
PP: Ja, ja... Oye, tú y yo nos parecemos en cuanto a ser “todo terreno” en nuestra profesión, como me dice el amigo y colega Triana. Porque hacemos humor escénico, audiovisual, literario, etc. En esa línea te pregunto: ¿dónde estás más a gusto? ¿En el medio literario, escénico o audiovisual? Es muy probable –lo digo por mi experiencia-, que me respondas que en todos; sin embargo, me gustarías que te extendieras un poco en lo bueno, lo malo y lo feo de cada modalidad al canalizar tu humor.
DEL LLANO: Pues mira, no. Definitivamente me siento más cómodo en el medio literario. Como actor tengo una tesitura muy limitada, como cineasta aprendo sobre la marcha pues jamás estudié cine, y la raíz literaria de mi trabajo audiovisual se nota muchísimo. Tampoco es que cada novela o cada cuento me salgan geniales, pero en verdad soy un escritor que se atreve a hacer otras cosas. Ahora mismo estoy ensayando unos pasillos de danza clásica…
PP: No creo que trasciendas mucho como bailarín, lo digo con todo respeto. Ni por ser un tipo que estudió de danza, ni por ser un tipo con la edad idónea, ni por ser tu biotipo, ni tu fenotipo el idóneo. Lo siento. Pero usted, estimado Carlos Eduardo Acosta del Llano, sabes bien que pasarás a la historia del humor cubano por tu trabajo en Nos-y-Otros, por tus libros y por tu cine. Así pienso yo. Entonces te cuento que a algunos humoristas a los que les he hecho la siguiente pregunta me han respondido que quieren que lo recuerden como un gran humorista costumbrista cubano, otro como uno de los íconos del culteranismo en el humor, otros como uno de los más cómicos populares, etc.. ¿Y a ti? ¿Cómo te gustaría que te recuerden o cómo deseas que te clasifiquen en el futuro? (Sin modestia ni falsa modestia, por favor).
DEL LLANO: Como el genio más grande, preclaro y excelso que ha tenido el humor en el hemisferio occidental. Y no digo en el otro porque tengo entendido que hay un coreano del norte que es graciosísimo.
PP: Cuidado porque eso que acabas de decir puede significar que nunca puedas ir a presentar tu obra en Corea del Norte. A propósito, supe de la expulsión de un comediante en un programa de la TV cubana, te pregunto entonces: ¿cuáles son los límites del humor?
DEL LLANO: A la hora de crearlo, yo prohibiría el racismo (y discriminaciones concomitantes), el fascismo y el anexionismo. A la hora de regularlo, la lista de los censores llenaría varias páginas. Eso no significa que uno deba hacerles caso. El humor es tan subversivo como una pistola cargada.
PP: No te comentaré nada sobre pistolas, pero sí de epístolas, porque te escribiré pronto preguntándote, ¿qué te gustaría hacer o lograr dentro del humor que no hayas hecho o logrado aún? Pero como el correo tradicional está en desuso, te lo pregunto ahora.
DEL LLANO: Muchísimas cosas. Publicar más, estar presente en más festivales de cine, conocer a mis ídolos. No sé si pensarás igual, pero mi percepción es que la comedia se ve cíclicamente como un género menor, como algo divertido pero inapropiado para tocar temas importantes. Y nada más falso. Los griegos lo tenían claro: la tragedia y la comedia son las dos caras del drama, ninguna es mayor o más importante que la otra. Entonces, también quisiera seguir luchando porque la gente respete el humor como el supremo ejercicio del ingenio que es. No lo lograremos nunca en un mundo infectado de reguetón, pero hay que seguir intentándolo.
PP: Coincidimos. Yo lo he repetido mucho en mis libros sobre teoría del humor. Pero casi es arar en el mar, porque las emociones fáciles, las pasiones fáciles, las creaciones fáciles, etc., son las que más abundan y sabemos que el ejercicio de crear humor es muy difícil. Hablo del humor ingenioso, “inteligente”. El de hacer burla ácida y humillante, o el vulgar, lo hace cualquiera. Bueno, finalizo con una de las preguntas más ingeniosas e inteligentes que se hayan hecho jamás y que estoy haciendo casi siempre en estas entrevistas: ¿se te ocurre una pregunta que deseaste te hubiera hecho? Y si es así, ¿puedes responderla aquí y ahora?
DEL LLANO: No, ná, normal.
PP: ¿Qué me aconsejaría a mí como humorista?
DEL LLANO: A, pero... ¿no eres proctólogo? Ná, en serio, ¿qué voy a aconsejarte yo? Que sigas haciendo lo que haces. Y que no te mueras, eso nada más.
Gracias, Pelayo, por tu gentileza, y que el humor nos guíe.
PP: Gracias a ti por dedicarme tanto tiempo y esfuerzo a compartir conmigo este vis a vis. Te deseo el mayor de los éxitos, porque es muy importante que con tu gran talento para el humor, sigan triunfando tus obras en todas las modalidades artísticas en las que puedas crearlas.
Interview with Eduardo del Llano
By Pepe Pelayo
Is comedy a minor genre?
One of the groups that was a prominent member of that humor boom in the 80s was Nos-y-Otros. That group was led by Eduardo del Llano. There I met him. I really liked what he wrote for theater. I later enjoyed his work as a film scriptwriter. Afterwards I was able to read his stories, etc. and I loved his way of doing humor even more. Lastly, I also enjoyed him in his short film series. For all of the above, I included it in my book “Brief dictionary of humor” (Editorial Verbum. Madrid, 2019). And also for that same reason I invited him to participate in this dialogue.
PP: Eduardo, is the style and manner of humor that you do now (I'm not referring to modality, since I know that you do a lot of cinema and literature), is the same one that you did when I met you in the group Nos-y-Otros in the 80s?
DEL LLANO: Hello, Roberto Roberto. Yes, it is largely the same. GNYO was part of a generation of comedians that emerged in the 80s from Cuban universities; In our case, the creative core came from the UH Faculty of Arts and Letters. Our references were Monty Python, Woody Allen, Les Luthiers, and all of universal culture. There were white pieces, but the bulk of our work was social criticism, although not circumstantial, but trying to manage universal codes. As far as I know, today I continue doing the same thing, even though the public that that movement managed to generate became atomized and brutalized over the years.
PP: I liked that greeting me as Roberto Roberto, my character from La Seña. I haven't done it in a while. But that made me think that you and I did (and do) a somewhat different humor, however, we both liked (and we like, I suppose in your case too) what the other did and does. Thinking then about your humor, I don't think it can be said that your humor is what Arquímides Pous, Leopoldo Fernández, Enrique Arredondo or Guillermo Álvarez Guedes did, to mention a few of the most recognized on the Island. Did that mean that you resigned? a little to the massive popularity in your humor? However, you achieved popularity with the character of Nicanor in the movies. What is that creative process like in you? Do you aim for those results before creating? Do you make efforts or what you do comes spontaneously? Are you concerned about these issues?
DEL LLANO: As you said in a piece in La Seña, I write whatever comes to mind. I don't plan results. In fact, when writing a story or a novel I don't know where it will end up, I only have an idea and maybe a starting point. History takes me where it wants. It's not that I'm giving up popularity, it's that I'm not dying to gain it. I made two deeply unpopular feature films (Vinci, 2011; Omega 3, 2014). Nicanor, as you say, is very popular; my recent decision to end his saga was not.
PP: You and I are similar in terms of being “all-rounders” in our profession, as my friend and colleague Triana tells me. Because we do stage humor, audiovisual, literary, etc. Along those lines I ask you: where are you most comfortable? In the literary, stage or audiovisual medium? It is very likely - I say this from my experience - that you will answer me that in all of them; However, I would like you to expand a little on the good, the bad and the ugly of each modality when channeling your humor.
DEL LLANO: Well, look, no. I definitely feel more comfortable in the literary medium. As an actor I have a very limited range, as a filmmaker I learn as I go because I never studied film, and the literary roots of my audiovisual work are very noticeable. It's not that every novel or every story turns out great, but I'm really a writer who dares to do other things. Right now I'm rehearsing some classical dance halls...
PP: I don't think you transcend much as a dancer, I say that with all due respect. Not because you are a guy who studied dance, not because you are a guy of the right age, not because your biotype or your phenotype is the right one. I'm sorry. But you, dear Carlos Eduardo Acosta del Llano, you know well that you will go down in the history of Cuban humor for your work in Nos-y-Otros, for your books and for your cinema. That's how I think. So I tell you that some comedians to whom I have asked the following question have responded that they want to be remembered as a great Cuban comedian of customs, another as one of the icons of culteranism in humor, others as one of the most comical. popular, etc. And you? How would you like to be remembered or how do you want to be classified in the future? (No modesty or false modesty, please).
DEL LLANO: As the greatest, prescient and sublime genius that humor has had in the Western Hemisphere. And I'm not saying the other one because I understand that there is a North Korean who is hilarious.
PP: Be careful because what you just said may mean that you will never be able to present your work in North Korea. By the way, I learned about the expulsion of a comedian on a Cuban TV program, so I ask you: what are the limits of humor?
DEL LLANO: When creating it, I would prohibit racism (and concomitant discrimination), fascism and annexationism. When it came to regulating it, the list of censors would fill several pages. That doesn't mean one should pay attention to them. Humor is as subversive as a loaded gun.
PP: I won't tell you anything about guns, but I will tell you about epistles, because I will write to you soon asking you, what would you like to do or achieve within humor that you haven't done or achieved yet? But since traditional mail is no longer in use, I'm asking you now.
DEL LLANO: Many things. Publish more, be present at more film festivals, meet my idols. I don't know if you think the same, but my perception is that comedy is cyclically seen as a minor genre, as something funny but inappropriate for touching on important topics. And nothing more false. The Greeks were clear: tragedy and comedy are the two sides of drama, neither is greater or more important than the other. So, I would also like to continue fighting for people to respect humor as the supreme exercise of wit that it is. We will never achieve it in a world infected with reggaeton, but we have to keep trying.
PP: We agree. I have repeated it a lot in my books on humor theory. But it is almost plowing in the sea, because easy emotions, easy passions, easy creations, etc., are the most abundant and we know that the exercise of creating humor is very difficult. I'm talking about witty, “intelligent” humor. Anyone can do acidic and humiliating mockery, or vulgar mockery. Well, I'll end with one of the most clever and intelligent questions ever asked, and one that I'm almost always asking in these interviews: Can you think of a question that you wish I had asked you? And if so, can you answer it here and now?
DEL LLANO: No, no, normal.
Thank you, Pelayo, for your kindness, and may humor guide us.
PP: Thank you for dedicating so much time and effort to sharing this “dialogue” with me. I wish you the greatest success, because it is very important that with your great talent for humor, your works continue to succeed in all the artistic modalities in which you can create them.
(This text has been translated into English by Google Translate)